Al envejecer los olivos, se renuevan para obtener mayor beneficio de la plantación nueva.
El pueblo sigue su curso de vida con el abrazo de unos olivos que son su alegría.
Llueve y el campo sonríe cubriéndose de flores y verde hierba.
Cuando el sol se hace intenso, el agua no corre por regajos ni riachuelos creando estupor.
En el campo los ausentes sonidos abrazan a los olivos.Un pueblo cae al letargo del paso de los días y muere lentamente.
Hola Amigo
ResponderEliminarHermosas fotos sobre la naturaleza andaluza.
Un abrazo Paco.
Jean-François. www.jfbaphotographie.com